La magia de creer para ver

miércoles, 28 de agosto de 2013

La estación del amor

Vivimos la estación del amor como la hierba
buscamos un pedacito de tierra
y un pequeño sueño
y cuando cae la tarde
nos levantamos como la niebla sobre las plantas
buscando nuestros poemas
y nuestras lágrimas secas

Guárdame, como guardas los poemas
como las mariposas guardan sus secretos
para un largo viaje
y ve hacia la cima de los mares
donde el amor y el llanto
son sagrados.

Saniya Sáleh
 

martes, 27 de agosto de 2013

Insomnio

Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.

saber que duermes tú, cierta, segura
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.

Alondra de verdad (1941). Gerardo Diego

El amor después del amor

El tiempo vendrá
cuando, con gran alegría,
tú saludarás al tú mismo que llega
a tu puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.
Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor
a ti mismo, al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón,
que te conoce de memoria.
Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.

Derek Walcott

lunes, 26 de agosto de 2013

Eres

Eres como una tierra
que ninguno ha nombrado.
Ya nada esperas
sino la palabra
que brotará de lo hondo
como un fruto entre ramas.
Hay un viento que te alcanza.
Cosas secas y muertas
te abruman y andan en el viento.
Cuerpo, voces antiguas.
Tiemblas en el verano.

Cesare Pavese

miércoles, 21 de agosto de 2013

Tres amigos

Dos soles rojos y siete lunas plateadas
iluminaban las tardecitas de mi pieza,
el desierto estático de mi ventana
se oxidaba lentamente contra las bardas,
y las negras cigüeñas patagónicas
iniciaban su danza nocturna.

Batman entra por la puerta
y me dice en tono enérgico
-¡vamos te necesitamos
Superman nos espera! -
y allá vamos los tres
a salvar el mundo una vez más.

Ni Alonso Quijano ni Ernesto Guevara
mis camaradas revolucionarios
fueron un millonario y un extraterrestre
y yo mutaba caóticamente:
Acuamán, Ringo, Cochís
Daniel Boone, Meteoro o Rojitas,
siempre hubo un traje brillante
donde enfundar mis delirios.
Ni molinos de viento enloquecidos ni generales asesinos,
cardos rusos rodantes y lagartijas histéricas
eran los enemigos más visibles.

Repentinamente, una sirena demasiado real
rompe el encanto,
debajo del cono del luz
un vaso de vino tinto, varios puchos retorcidos
medio rostro recalentado, la mano temblando
miro hacia abajo
y juego sobre la hoja con dos pelos
que no resistieron los avatares de la nostalgia.

Aldo Luis Novelli

martes, 20 de agosto de 2013

17. Coñazo polimerluza

Cementerios ecologistas de montañas en chándal vernáculo
Cementerios de mundos en guantes de boxeo 
Supercementerios de superhéroes de superayuntamientos 
Cementerios de galaxias prohibidas al portador 
Cementerios de propinas y hermoseados poemas políticomusicales 
Cementerios de hielo y glaciares publicados en lluvias psicopasivas 
Cementerios de Dioses fallecidos y melenudos con cuernos de rosca 
Cementerios de generales victoriosos con artritis y frases mamelucas 
Cementerios de hombres invisibles y coleccionistas de estuarios 
Cementerios de cómics y huellas digitales de universos de látex 
Cementerios de yoyós y minimalismos en tutú 
Cementerios ecológicos de románticas anchoas coptas 
Cementerios de tragasables con buffet vegetariano y ensaladillas 
Cementerios de cantantes calvas depiladas con zancadillas robóticas 
Cementerios de mujeres barbudas haciendo el 69 en armarios verdes 
Cementerios de flanes de huevo y efigies de cárabos bobos 
Cementerios de cortinas congeladas made in mapamundi 
Cementerios de anillos de bodas y abortos rubios 
Cementerios de ballenas a dieta en las dunas de Merzouga 
Cementerios de galaxias en despachos con revisores de trenes eléctricos 
Cementerios de astronautas con vértigo a las alturas del Kilimanjaro 
Cementerios de Budas dictando epístolas de amor a ujieres 
Cementerios de relojes uniformemente uniformados 
Cementerios de tamagochis castigados a eternidades ensaýmadas 
Cementerios d bicicletas nuevas en aturdidas trastiendas japónicas 
Cementerios de besos usados por besos + usados aún q 1 fanzín 
Cementerios de retretes ingleses con patillas de la revolución maoísta 
Cementerios de glamour y piedras pretenciosas con incrustación de latigazos 
Cementerios de dragones inflables y manuales de supervivencia montaraz 
Cementerios gays ultrakitchs & chic company de palomitas de maíz flipante 
Cementerios machistas superfeministas y casi gays 
Cementerios feministas hipermachistas y casi lesbos 
Cementerios de películas en b/n con puntitos rosas levitadores 
Cementerios de trenes rumbo a las rumbas de 1 secano país pluriempleado 
Cementerios de roqueros católicos y ascensoristas metodistas 
Cementerios de ascensores y bestiarios por orden alfabético 
Cementerios de cosméticos y totémicos dvds y biolencias devedésticas 
Cementerios de huevos de avestruz y tortillas finlandesas sin guisar 
Cementerios de patatas fritas con arándanos y modalidades contraindicativas 
Cementerios de conversaciones sensacionalistas y bibliotecarios expuestos 
Cementerios de sentimientos mixtos con mostazas al fondo del patinillo 
Cementerios de catedrales jugando al escondite con archiduques fatuos 
Cementerios de dromedarios de migajas de pan de centeno a la pata coja 
Cementerios de juguetes inacabados infinitos señoriales y australes 
Cementerios de abanicos seminuevos flasheados de lunares extrasensoriales 
Cementerios de aviones militares en jaulas por recién nacidas alas 
Cementerios de toros con aperitivos de toreros otoñales y vermú pecoso 
Cementerios de guitarras acústicas ý rock & roll teologalmente caducado 
Cementerios de psicofonías ecualizadoras de hormigas voladoras. 
Yo estuve sentado al borde de la eternidad ý bostezé chatarra expazial.

Francisco Sevilla

jueves, 1 de agosto de 2013

Te perdono

Te perdono el montón de palabras
que has soplado en mi oído
desde que te conozco.

Te perdono tus fotos y tus gatos,
tus comidas afuera,
cervezas y cigarros, es más,

te perdono andar como tú andas,
tus zapatos de nube,
tus dientes y tu pelo.

Te perdono los cientos de razones,
los miles de problemas,
en fin, te perdono no amarme.

Lo que no te perdono
es haberme besado con tanta alevosía.
Tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío,
y eso sí que no te lo perdono,
pues si te lo perdono seguro que lo olvido.


(Noel Nicola)