La magia de creer para ver

domingo, 26 de octubre de 2014

Cuando te das cuenta que lo que haces a otro te lo haces a ti mismo, acabas de descubrir una gran verdad.

Lao Tzé

miércoles, 22 de octubre de 2014

Mientras tú existas

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

Ángel González Muñiz
«El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Cuando falta tal preocupación activa no hay amor»

Erich Fromm

domingo, 19 de octubre de 2014

En la vivificante luz que brillaba en tus ojos,—haya
sido cual haya sido su esencia,—encontré
todo lo que mi mirada dolorosa pudo hallar
de encantador sobre la tierra.

Edgar Allan Poe
“Una aflicción verdadera nos hace más accesibles a la dicha” – Charles Dickens
si vives
mide tu dolor
:
nuestro dolor
el que podemos causar
nos pertenece


Blanca Morel

miércoles, 15 de octubre de 2014

"El amor exige continuos milagros y reciprocidad".

Jorge Luis Borges

lunes, 13 de octubre de 2014

El cuento del anillo

Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. 

- ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después...- y haciendo una pausa agregó Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- Encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

- Bien- asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó - toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Que importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¡¿58 monedas?!- exclamó el joven.

- Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...

El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.


Cuento de la tradición Zen

domingo, 12 de octubre de 2014

El canto de la noche

“Es de noche: a esta hora hablan más fuerte todos los manantiales. Y también mi alma es un manantial. Es de noche: sólo ahora se despiertan todas las canciones de los amantes. Y también mi alma es la canción de un amante. Hay en mí algo insatisfecho, algo insaciable, que quiere hablar. Hay en mí un ansia de amor, que habla asimismo el lenguaje del amor.

Luz soy: ¡Ay, si fuera noche! Mas ésa es mi soledad, estar circundado de luz. ¡Ay, si yo fuese noche y oscuridad! ¡Cómo iba a sorber de los pechos de la luz! ¡ Aun a vosotras os bendecería, pequeñas estrellas centelleantes, luciérnagas del cielo! Vuestros regalos de luz me darían la dicha. Pero yo vivo en mi propia luz, yo reabsorbo en mí las llamas que de mí brotan. Desconozco la felicidad del que recibe; con frecuencia he soñado que el robar debe ser más deleitoso que el aceptar.

En eso está mi pobreza: mi mano nunca descansa de dar. Ésta es mi envidia: ver ojos que aguardan con avidez y noches en vela de anhelo. ¡Malaventurados los que dais! ¡Oh, eclipses de mi sol! ¡Oh, anhelo de anhelar! ¡Oh, hambre devoradora dentro de la hartura! Ellos toman de mí: ¿pero toco yo siquiera su alma? Entre el dar y el aceptar media un abismo: el abismo más pequeño es el más difícil de salvar.

De mi belleza brota un hambre: yo quisiera dañar a aquellos a quienes ilumino, y robar a aquellos a quienes colmo de regalos.¡Tanta es mi hambre de maldad! Retirar la mano cuando ya otra mano se extiende hacia ella; vacilar como la cascada antes de despeñarse – ¡Tanta es mi hambre de maldad! Tal venganza se imagina mi plenitud; tal maldad incuba mi soledad.

¡Mi gozo de dar murió a fuerza de dar, mi virtud se cansó de sí misma por su misma exuberancia! Quien siempre regala, expuesto está a perder el pudor; a quien siempre distribuye, la mano y el corazón se le encallecen de tanto repartir. Mis ojos no se inundan ya de lágrimas ante la vergüenza de los que piden; mi mano se ha endurecido, ya no siente el temblor de las manos ya llenas. ¿Adónde fueron las lágrimas de mis ojos y la gala de mi corazón? ¡Oh, soledad de los generosos! ¡Oh, silencio de los que brillan!

Muchos soles giran en los espacios vacíos. A todo lo que es oscuro le hablan con su luz,-para mí callan. ¡Ay, así es la enemistad de la luz contra lo que brilla: despiadada sigue su camino! Injusto en lo más hondo de su corazón contra cuanto brilla: frío para con los soles: así caminan todos los soles. Semejantes a huracanes, vuelan los soles por sus órbitas.

Siguen en su voluntad inexorable: ésa es su frialdad. ¡Ay, sólo vosotros, los oscuros y nocturnos, extraéis calor de lo que brilla, solamente vosotros bebéis la leche y consuelo de las ubres de la luz! ¡Ay, hielo que me rodea, hielo abraza mi mano¡ ¡Ay, en mí hay sed, que desfallece por vuestra sed! Es de noche: ¡ay, que yo tenga que ser luz! ¡Y sed de lo nocturno! ¡Y soledad!

Es de noche: a esta hora brota de mí mi deseo, cual una fuente. – Hablar es lo que deseo. Es de noche: a esta hora hablan más fuerte todos los manantiales. Y también mi alma es una fuente saltarina. Es de noche: a esta hora despiertan las canciones de los amantes, y también mi alma es la canción de un amante.”

Así habló Zarathustra
Friedrich Nietzsche

sábado, 11 de octubre de 2014

Si me defino soy dos: lo definido y el que define. Me convierto en un esquizofrénico. En realidad, lo único que sé es que soy lo que soy.

Jodorowsky
«…y si le prendemos fuego a todos los teatros de la
 ciudad abarrotados de opinionitas y zampapollas,
 si le prendemos fuego a todas las librerías que
 venden mierda fresca para grandes lectores depri-
 mentes, si les prendemos fuego a todas las galerí-
 as de arte llenas de tipos que hacen obras como
 artistas y no como hombres, si le prendemos
 fuego a toda esa basura provocaremos un amane-
 cer gigantesco, a veces cuando ves el resplandor
 del fuego piensas que está amaneciendo, a mí me
 pasó una vez, pensé que amanecía, y era el fuego.
 Quiero prenderle fuego al mundo con una astilla».

 - Angélica Liddell -

Donde sonó una risa

Donde sonó una risa, en el recinto
del aire, en los pasillos transparentes
del aire donde, un día
sonó una risa azul, tal vez dorada,
queda por siempre un hueco, un lienzo triste,
un muro acribillado, un arco roto,
algo como el desgaire de una mano
cansada, como un trozo
de madera podrida en una playa.
Donde saltó la vida y luego nada
echó a rodar, y luego nada, queda
una cama deshecha,
un cuarto clausurado, un portón viejo
en el vacío, algo
como un andén cubierto por la arena;
queda por siempre el hueco
que deja un estampido por el bosque.
De bruces, husmeando, rastreando
unas huellas, tirando
del hilo de un perfume,
penetra el corazón por galerías
que un latido de sangre subterránea
horadó alguna vez y allí quedaron.
Y que allí permanecen con su húmeda
oscuridad de tigres en acecho.
Penetra el corazón a tientas, llama
y su misma llamada lo sepulta.
Donde sonó una risa, una vidriera,
una delgada lámina de espacio
estalló lentamente. Y no es posible
poner de nuevo en orden tanta ruina.
Un nuevo aliento merodea. Llegan
otros sonidos hasta el borde y piden
su momento para existir. Afluyen
nuevas formas de vida
que al final toman cuerpo y se acomodan.
Pero el tiempo ya es otro y el espacio
ya es otro y no es posible
revivir lo que el tiempo desordena.
En la cresta del agua o de la espuma
donde una risa naufragó, ya nada
podrá buscar, hundirse, hallar los restos,
nadie podrá decir: éste es el sitio.
El mar no tiene sitios y sus cimas
son instantes de brillo y se disuelven.
Pero quedan los huecos, queda el tiempo.
El tiempo es un conjunto
de irrellenables huecos sucesivos.
Donde sonó una risa queda un hueco,
un coágulo de nada, una lejana
polvareda que fue,
que ya no está, pero que sigue hablando,
diciendo al alma que, en alguna parte
algo cruzó al galope y se ha perdido.

Rafael Guillén
El conocimiento es de dos tipos. Conocemos un tema por nosotros mismos o sabemos donde encontrar información al respecto.

Samuel Jhonson
No puede existir una decepción honda cuando no hay un amor profundo

Martin Luther King
Es igual de erróneo confiar en cualquiera que no confiar en nadie

Proverbio inglés
“Cuando un marido es feliz, su esposa se siente colmada. Cuando un hombre es ladrón, su esposa también termina por serlo. Esto no sólo es un hecho limitado en ésta existencia. El marido y la mujer tienen una relación tan íntima como el cuerpo y la sombra, como la flor y el fruto, como la raíz y las hojas, en cada existencia de la vida. Los insectos se alimentan de los árboles en que viven y los peces beben del agua en que nadan. Si la hierba se marchita, las orquídeas se lamentan; si los pinos crecen frondosos, los robles se regocijan.” - WND, p 501

Contigo

No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.


Manuel Altolaguirre

jueves, 9 de octubre de 2014

“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, 
pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.

Séneca

miércoles, 8 de octubre de 2014

Sumérgete con toda tu disposición

Ama, sabiendo que aquel a quien Amas podría no estar aquí mañana, sabiendo que hoy podría ser tu último día para contactarte verdaderamente, sabiendo que no puedes saber cómo termina la historia.

Porque ¿qué nos queda en esta vida si no tenemos nada qué perder?

Que te importe, que te importe profundamente hasta que te duela, que te importe sin importar lo que digan los demás, sin importar el ridículo, el rechazo, y el hecho de no ser comprendido, que te importe tanto que deje de importarte lo que te pase.

Sumérgete, sumérgete con toda tu disposición, en este agridulce misterio del Amor, sin saber lo que es el amor y de todos modos Amar, como un tonto, como un niño fascinado, como un loco, como alguien que ha olvidado cómo ser cínico o cómo estar en lo correcto.

Ama hasta que tu voz tiemble, y hasta que tu corazón retumbe,
y hasta que tus piernas no puedan más, y hasta que tus filosofías se conviertan en polvo, y hasta que tu inteligencia se incline de vergüenza haciendo una reverencia.

Y serás llevado hasta los lugares más oscuros, y tu corazón será puesto en el fuego por aquellos a quienes nunca se los pudiste abrir, y serás recordado de lo que siempre, en secreto, supiste:

Que con el tiempo, olvidarás absolutamente todo, excepto cómo morir, y cómo Amar.

Jeff Foster

lunes, 6 de octubre de 2014

"En las copas de los árboles susurra el mundo, sus raíces descansan en el infinito, pero no se pierden, sino que con toda la fuerza de su existencia pretenden sólo una cosa: cumplir la propia ley, la ley que reside escondida en su interior, desarrollar la forma propia, representarse a sí mismos. No hay nada que sea más sagrado, nada que sea más ejemplar, que un árbol hermoso y fuerte."

Hermann Hesse

viernes, 3 de octubre de 2014

Pascale, fuente de inspiración

Lo siento pero esto me parece muy grande...




Me dijo Pascale: “Quienes aman igual a todo el mundo, no aman verdaderamente a nadie”.

*
Me dijo Pascale: “Es maravilloso darse cuenta de que ya tienes lo que te gustaría tener”.

*
Me dijo Pascale: “Nada hay en mí que esté separado de ti, tu presencia es incesante”.

*
Me dijo Pascale: “Es preferible un hombre feo y que nos haga reír, que un hombre bello y tonto grave”.

*

Me dijo Pascale: “Yo soy tú, tú eres yo. Ninguna necesidad de pertenecernos porque somos uno”.

*

Me dijo Pascale: “Cuando te vi por primera vez sentí que te había vuelto a encontrar, no te conocí sino te reconocí”.
*

Me dijo Pascale: “Yo, si no fuera tu mujer me gustaría ser tu mujer”.

*
Me dijo Pascale: “Cuando te vi por primera vez, me vi por última vez”.

*
Me dijo Pascale: “Muchas imitaciones, un solo amor real. Un amor que termina no fue el verdadero”.

*
Ayer me dijo Pascale: “Cuando se ama de verdad, el acto sexual no es solo un acto de placer, es por sobre todo un acto de fusión”.

*

Me dijo Pascale: “La pasión no es un deseo condenado a decrecer. Sigue creciendo cuando el amor se desarrolla”.

*

Me dijo Pascale: “Te amo a pesar de todo, y Dios sabe que ese todo es grande”.

*

Me dijo Pascale: “Sólo me gustaría perderte para encontrarte otra vez”.

*

Me dijo Pascale: “El amor es semejante al talento, no se fabrica, es o no es”.



Alejandro Jodorowsky
Para mi el mundo es raro

porque es estupendo, impresionante,

misterioso, impenetrable;

mi interés ha sido convencerte

de que debes hacerte responsable

por estar aquí, en este maravilloso mundo, en

este maravilloso desierto, en este maravilloso tiempo.

Quise convencerte de que debes aprender

a hacer que cada acto cuente, pues vas a estar aquí

sólo un rato corto, de hecho, muy corto para

presenciar todas las maravillas que existen.



Carlos Castaneda
yo también he viajado
hacia lo
que aún no existe
en un patinete
en lágrimas

Hans Magnuus Enzensberger
“Me insultó, me pegó, me derrotó, me robó”- en los que abrigan tales pensamientos nunca cesará el odio.
“Me insultó, me pegó, me derrotó, me robó”- en los que no abrigan tales pensamientos el odio cesará.
Pues el odio no cesa nunca por el odio –es esta una antigua regla.

Dhammapada