La magia de creer para ver

domingo, 9 de noviembre de 2014

Diario de abordo interestelar III

En aquel planeta
no había lugar
donde esconderse
tan sólo dos
seres primigenios
dos miradas desafiantes
en mutuo devorar
enlazados
pestaña a pestaña
sin párpados
con los que sentir la noche

No tratéis de huir
son dos colosos sin muerte
destinados a un perpetuo
Hiroshima
incluso cuando creáis
que por fin habéis dejado
ese cuerpo telúrico
en continuo big bang
estaréis en otro
de sus infinitos satélites
nuevo para vosotros
pero tan viejo
como el universo
como el hombre

Recordad;
no hay lugar donde esconderse


Arantxa Romero

No hay comentarios:

Publicar un comentario