La magia de creer para ver

sábado, 21 de febrero de 2015

Utopía

Su nombre era Utopía. La mujer más luchadora que jamás pudo existir, tan hermosa como el significado de la palabra que llevaba por nombre.

Utopía. Inalcanzable destino, horizonte necesario, alimento del soñador, esperanza del oprimido, idílica perfección, enemiga del opresor, perdición del conformista.

Aunque siempre hubo quien la acusó de ingenua. Ingenua por no renunciar a sus principios, ingenua por luchar persistentemente por sus derechos, ingenua por creer en la bondad de los hombres.

Con el paso de los años vio cómo la libertad fue siendo arrebatada a cada uno de los seres que la rodeaban y, en consecuencia, como poco a poco dejaban de pensar en ella. A partir de ese momento Utopía inició su lucha particular: hacer redescubrir a los hombres su capacidad innata para soñar.

Gracias a Utopía la ciudadanía se reencontró con el valor del apoyo mutuo y la cooperación; rehusando los falsos liderazgos para adueñarse de sus ideas; rompiendo las cadenas impuestas para reconquistar sus cuerpos; dejando atrás la pasividad, los mitos y los engaños, para dar paso al diálogo, la comprensión y la convivencia.

Y así fue como lo“inamovible” empezó a cambiar, como la justicia emanó de cada esquina, como la esperanza abatió al derrotismo, como la capacidad de anhelo sucumbió al miedo, como la humanidad entera se adueñó de su destino.

Utopía desempolvó la bandera de la libertad.

Utopía renació de nuevo en cada ser.


Laía Rodríguez

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