La magia de creer para ver

viernes, 1 de abril de 2016

El encuentro amoroso se tiene que producir en unos parámetros de equilibrio entre mis necesidades y las del otro. Por ejemplo, si voy en busca de la pareja, creo que la he encontrado y corro hacia ella con los ojos vendados es muy probable que lo que en realidad vaya buscando es una “mamá” que satisfaga mis necesidades emocionales no resueltas. Es por ello muy importante que estas estén satisfechas con la parte de mi que se encarga de hacerlo y no las quiera encontrar fuera de mi, en una pareja. Del mismo modo, el hecho de irnos al otro extremo, el no querer entregarnos a la relación de pareja, un “yo lo guiso y yo me lo como”, nos convierte en personas independientes pero desconectadas del amor.

Luis Dorrego

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