Lo admito, en otro tiempo
disparé con gorriones a los cañones.
Que no diera en el blanco,
lo reconozco.
Por el contrario, nunca afirmé
que ahora importa guardar un silencio total.
Dormir, respirar, escribir poesía;
esto casi no es un crimen.
Sin mencionar
la famosa conversación acerca de los árboles.
Cañones sobre gorriones, eso querría decir
caer en el error opuesto.
Hans Magnus Enzensberger
No hay comentarios:
Publicar un comentario