La magia de creer para ver

martes, 10 de septiembre de 2013

Poemas con gato

Para Horacio Salas

Todos los gatos estarán muertos
y yo seré el único gato vivo.

Volveré por la medianoche
arrasando los cultivos.

Vendrás a verme bajo la tierra
hecho un finísimo maullido.

Sólo tu mano me extrañará.
Todos los gatos estarán muertos,
será la paz.

II

Gato del cuento, gato del cuento,
gato que sólo vivió un momento
y se quedó en la eternidad.

Gato sin botas y sin sombrero,
de ti, gato que quiero, ¿qué será?

¿Andarás por el aire verde
y te enredarás de setiembre
y volverás y volarás?

Gato aniñado del poeta
salúdalo desde su carpeta
y ayúdalo a soñar.

III

Ayúdalo gato al poeta,
dale el sueño de comerse el gallo de la veleta,
dale caminos a sus pies.

Y siete vidas llenas de hoces y probetas,
para que sufra las proezas del vivir y del conocer.

Oh gato sin botas, no le abandones,
maúllale desde los rincones, córrelo otra vez.

Quiero verle atareado yendo de uno a otro lado
impaciente y fantástico como le vi ayer.

Gato, te pido, si eres un sueño del camino
vuelve a aparecer.

Dale maullidos, resoplidos, erízale sus sentidos
y hazle creer.

IV

Gato que maúllas, gato que eres bueno
gato que no tienes pluma en el sombrero
gato que me sigues por el mundo entero
qué quieres de mí?

Me sigues de cerca como a una rata,
no llevas espada, ni vaina, ni lata,
mas todo lo que hago lo pruebas, lo catas,
Por qué eres así?

Hay en tu mirada reproche y consuelo,
lo que hago y te gusta lo cazas al vuelo,
lo demás me cuesta cientos de pañuelos,
¿no te irás de aquí?
Gato te prometo que seré muy bueno,
ondeará la risa siempre en tu sombrero,
andaremos juntos por el mundo entero,
quién eres ya sé.

Cazaremos juntos millones de ratas,
llevaremos verbos, creencias, patatas,
haremos un mundo dichoso y si tratas
verás que es así.
Al que se traicione daremos consuelo,
al que tenga sueños le daremos vuelo,
cuando nos vayamos miles de pañuelos
nos despedirán.

Adiós nos dirán.
Adiós sin adiós.
Adiós que es amor.

V

Adiós que es amor para el gato y su acompañante
para el molino distante y para el ver y el creer.

Adiós para los lagrimones que arrancan las emociones
de sentirse solo y querer ser.

Adiós para los templos con ventanas de otros tiempos
donde se siegan los trigos y brilla el sol.

Adiós para los senderos donde anduvieron los guerreros
el buen Sancho y su señor.

Adiós para los cementerios donde descansan los salterios
y los ruegos del corazón.

Adiós para los mortales transitorios y fatales
que creyeron ser eternos y lo son.

Adiós a todos les dicen el gato y su acompañante,
adiós molinos distantes, adiós ver y conocer.

Héctor Yánover

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