La magia de creer para ver

martes, 15 de octubre de 2013

No es posible

Lágrimas.
o zonceras el amor
destinado a perpetuarse.
Acicalada tonalidad
de rostros patéticos.
Puede que expresivos.
Llamase autenticidad.

Y bien.
Se trata de una mujer.
Depuse prevenciones.
Aligeré el espíritu y sentí
el desgarrón.
Inquieto y turbado.
Reconocí
el signo, el rastro, la garra
del carancho.
Una súbita revelación
hizo palpitar mi carne.
Se impregno
de su piel.
Hincó un clavo en mis pies.

Hasta entonces la imaginaba…
Pollerón al viento, rubor y
rímel,
Sonoridades, placer
de lenguas.
Puntillas deseosas.
Sugerencias de un tiempo
ratón.
Obra intelectual
mal concebida.
Creo.

Fuma mirando a la calle.
Ojos grises,
somnolientos. Pechos vitales.
Provocativos.
Indiferencia cínica.
Intimidad de cafetería.
Rayo inclemente
que a mi turbada inocencia
fulminó.
La mirada tórnase
impersonal.
Escupe divagues,
pasiones insanas.
Socarronamente
puntea mi tibia.
Y muestra sus cartas.

Volvamos a lo nuestro…
Eres un niño - me dijo.
Puedo quererte mucho,
pero amarte...
exclúyelo.
Imagínate: Odiadas
ceremonias.
Piernas abiertas.
Orgasmos improbables.
Imposibles diría.
Cobijo de infamia
disfrazada de bondad.
¿Qué más?
Mira hacia esa calle.
Plantas que caminan…
Saturadas de despecho
y humo.
No te has erguido aún…
niño triste.
No has empezado
a vivir.
Soy bocado apreciado por
esa multitud.
Un rey fenece y otro
lo sucede.
Soy en ese reino
la flor amarilla. Me pisotean.
Mujer de nadie,
moral de todos .Toma tu café.
Y vete en paz.
No pienses.
No me pienses.
Yo no existo.
Eres un niño que amamantaría
para redimirme.
Si valiese la pena.
Opto por ser objeto de mi sino,
pisoteada flor humana
y amarilla.

LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI

No hay comentarios:

Publicar un comentario