Tenemos mucho que aprender sobre nuestra vulnerabilidad para dejar de rechazarla. Tod@s, no hay derecho a tragar con esto como si nada y no poder expresar lo que nos ha dolido sin que sea un tabú o alguien se sienta culpado y nos victimice por ello. Pero ojalá alguien valorara lo que confrontamos cada día por nuestra dignidad -y en ocasiones la de tod@s- sin sentir que eso es un problema y tratar de silenciarnos, sino parte de la solución. Tiene razón la mujer que ha escrito este artículo; no saben lo que es, que lo que sientes, sea lo que sea, sea invisible, molesto para otros por su existencia o dé igual...
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