La magia de creer para ver

lunes, 25 de marzo de 2013

Bleiben Ist Nirgen

I
Del mundo, eres la enfermedad.
Vuelve a tu concha de tinta y papel
incurable hablador.
Las flores del jardín público no son para ti
tampoco sus paseantes de ojos claros.
Deja a las abejas su miel y duérmete en lo invisible.
Ya estás muerto, y desde hace mucho.
¿No lo habías notado?
Sólo te queda escribir para acordarte de ti mismo.

II
Mira otra vez el mar
tanto azul para nada
la inmensidad corre hacia ti para repertirte que no eres nada.
Mete la cabeza en tu cadáver
allí podrás oír el mismo ruido de marea
y los mismos gritos de gaviota
No volverás a irte
una mordaza de espuma en la boca
tus naves son papeles blancos.

III
Araña otra vez la hoja en blanco
gira las llaves de lo imposible
tu corazón es una cerradura que se oxida
recuerda lo que has amado
a ese precio podrás sobrevivir.
Incluso inoportunas
sólo te quedan las palabras
vístete con sus telas.

IV
Debes aprender a cruzarte
traspasarte.
En ti, has levantado muros
les añades una piedra cada vez que renuncias a amar
Llena la bañera de tinta y báñate
deja crecer bajo el tuyo el rostro de otro
y sufre por el deseo o el asco que le inspiras.

V
Corre más deprisa hacia tu pérdida
comercia en todas partes con tu muerte
vende tu alma a las mujeres y tu cuerpo al demonio
conservarás el corazón intacto
Se espera de ti la increíble palabra
de un hermoso delirio de lenguas cortadas
sólo sabrías cantar imponiendo tu boca
a la voz de las sirenas que la pena estrangula.

VI
Hijo hijo de lo humano
nieto del polvo humano
antes mezclado con la saliva de los dioses
tres jirones de cielo en el cerebro
y pelos de tigre en la cabeza
El espléndido aborto de tus pensamientos
pesa aún demasiado en la punta de mi pluma.

VII
No hay en ningún lugar un cielo que te convenga
ni tierra que espere tus huesos
ni cuerpo que vaya a liberarte
ni alma con la que puedas esperar vestirte
vives en el intersticio
entre el polvo y los dioses
atrapado.
Pillados los dedos con la puerta
tu grito no despertará a nadie.

VIII
En la página en blanco nadie responde
a quien habla de amor
y las palabras caen como piedras
al fondo de un lago.
Nada que decir.
Cualquiera no es nadie
hay que seguir sin embargo
repitiendo en todos los tonos las mismas palabras
hasta el agotamiento.

IX
Bebe el día. La tinta es bella
no te resignes a la negrura del pensamiento
piérdete en el dédalo de las ciudades
en busca de la reverberación del amor
Escribe a la luz de tu borrachera
mira hacerse la aurora sobre el cuello de piedra de los colosos
cuyo vientre masculla palabras impronunciables
nuestros labios no son de piedra antigua.

X
Inútil es el poema. Ya lo sabes.
Nadie se dedica hoy a lo imposible.
La prehistoria del hombre ha empezado de nuevo.
Guarda intacto al niño que llora tras la puerta
muéstrale la armadura de oro y el destrero blanco
su hermoso rostro de futuro duerme en un ataúd de cristal.
Tres gotas de desdicha en la nieve
bastan para reanimarle el corazón
La pena del cielo es inmensa
tus propias desdichas, irrisorias
aprende a sufrir más de lo que puedes
el hombre no es la medida de todas las cosas
acuérdate del sueño de los dioses
el mar espera que te arrojes que te ahogues en lo imposible
todo lo demás es irrisorio.

Jean Michel Maulpoix
La cabeza de Paul Verlaine

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