La magia de creer para ver

sábado, 3 de noviembre de 2012

La leyenda del bueno de John Henry

Cuando mi padre enfermó de alzhéimer todas las plantas murieron
No hay plantas en la residencia de ancianos
No hay nada por lo que vivir
Los perros rodean el edificio pintado de rosa
El personal disciplinado espera con lejía
Preguntándome dónde están los pañales, no lo sé
No he tenido un amor desde hace mucho tiempo, un verdadero amor
Un amor que te haga sentir

sacudidas interiores
No he sentido sacudidas interiores desde no sé hace cuánto
Aun así no trabajaré en una fábrica de máquinas
Puede que el arte se mecanice pero yo maldita sea no voy a permitirlo
No voy a permitir que todo sea río de acero, sin ofrecer mi puño
Incluso las plantas me susurran que las alimente
Alimento a las plantas, a los conejos, a los perros
Doy de comer a los bebés pan tostado, son calvos y salvajes
Y la vida les pone nerviosos, los pequeños iglús
De sus cabezas sólo se enfrían cuando piensas en todas las posibilidades del amor
como la espera
No soy la que fui pero quién querría serlo
Quién querría ser igual toda su vida, leer los mismos libros
Beber el mismo té, llevar el mismo vestido,ver las mismas películas
Oh cómo lloraría sobre el mismo hombre doblado sobre la misma actriz con el
mismo traje oscuro
Alguien muere en esa película
Oh ya la he visto

Black life, Dorothea Lasky

No hay comentarios:

Publicar un comentario