Sólo cuando se
es hombre se sabe qué es la vida.
Sólo si se ha
cumplido con la edad
se sabe lo que
empieza y lo que acaba.
Se sabe que el
vacío que nos queda
es el hermoso
todo que tuvimos:
como un bosque
inmolado.
Donde el azul
del cielo sólo encuentra
ancho campo
abismal. Ya nada obstruye
el palpitar de
un ala poderosa.
Ya las paredes
todas se evadieron
y estamos al
desnudo, como un cuerpo,
paradisíacamente.
Es el retorno
tras haber
agotado a la serpiente:
tras haberla
dejado de escuchar.
Es el retorno
fiel a la ignorancia.
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